- Ocasiona sometimiento de ellas a partir de falsa idea de superioridad
- Diversos tipos de violencia de género se presentan desde noviazgo
El patriarcado
o .mayor autoridad de los hombres ha sido el hilo conductor de la violencia
contra mujeres, problema que ha aumentado en los últimos años y se manifiesta
de forma física, psicológica, económica, laboral y sexual. En la Ciudad de
México, más del 60 por ciento de mujeres alguna vez han padecido esta difícil
situación.
El Centro
de Estudios Sociales y de Opinión Pública en su Reporte CESOP número 129, Género:
Inclusión y Bienestar, desarrolla a través de cinco artículos la
problemática de la violencia de género. El documento ofrece alternativas
viables para contrarrestar el creciente fenómeno, el cual se ha convertido en
una costumbre e intenta echar raíces en diversos ámbitos de la vida del país.
A partir
de la falsa idea de superioridad, ya sea por diferencia de género o por
pertenecer a determinada clase social, el patriarcado ha sido la vía propiciadora de violencia contra las mujeres
al someterlas de una u otra forma.
De
acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los
Hogares 2016, la Ciudad de México presenta cifras de más del 60 por ciento de
mujeres que han sido víctimas de violencia.
Los
diferentes tipos de violencia se generan desde el noviazgo, al interior de las
familias, en las calles, de forma comunitaria y en el ámbito laboral, en
prácticamente todas las esferas institucionales privadas y públicas.
En los
lugares de trabajo, el acoso sexual contra las mujeres se ha ignorado en muchas
ocasiones, no obstante, prevalece e influye negativamente en el ambiente
laboral, lo que ha generado que un gran número de trabajadoras prefieren
quedarse desempleadas que seguir tolerando conductas inadecuadas principalmente
de los varones.
En los
últimos 10 años ha habido un aumento en la incidencia de la violencia, sexual,
emocional y física en contra de las mujeres, reportada por el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Nuestro
país ha registrado en los dos últimos años la mayor violencia contra las
mujeres, 10 feminicidios diarios hacen evidente la necesidad de implementar
acciones eficientes al respecto.
Es
importante destacar que los mecanismos de protección para las mujeres se ven
debilitados, debido a que los puntos del primer contacto de las víctimas de la
violencia son ineficientes, corruptos o misóginos y las denuncias se consideran
el único recurso disponible para las mujeres que padecen situaciones de
violencia.
Ante ese
panorama es prioritario modificar la legislación aprobada de protección a las
mujeres y puntualizar en los mecanismos de cumplimiento de la normatividad,
porque es de reconocer que ha habido un progreso significativo en la aprobación
de leyes generales que garanticen la igualdad de oportunidades para las mujeres,
así como la educación para las niñas, pero no ha sido suficiente para enfrentar
la violencia de género.
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