lunes, 23 de agosto de 2021

Un grito al derecho a la vida, a la justicia y al respeto. Las recientes movilizaciones de mujeres en México (2018-2020)

 


  1. Los movimientos feministas de cualquier orden, tiempo y ubicación geográfica deben reconocerse como movilizaciones políticas y sociales contestatarias, cuyo objetivo principal es la igualdad entre hombres y mujeres, su eje central es el análisis de las relaciones interpersonales.
  2. Los movimientos de las mujeres y las feministas en los años recientes del siglo XXI se caracterizan por su radicalidad en las demandas y exigencias de respuesta al Estado.
  3. El principal móvil no queda en la denuncia, sino en la exigencia de que se terminen las expresiones de violencia contra las mujeres, su exclusión y la impunidad.
  4. Existe en esta nueva generación de mujeres una apropiación del ser mujer en el presente siglo, en donde la subordinación y el maltrato son insostenibles y no tienen lugar en ningún espacio de la vida. No se requiere ser feminista para luchar y exigir algo tan fundamental como el derecho a la vida sin violencia, este derecho no sólo es para las mujeres, es para la humanidad.
  5. Con la reforma a la ley electoral se garantiza en todos los niveles de la Administración Pública Federal la paridad de género, por lo que las contiendas electorales de 2021 crearon mucha expectación en los colectivos feministas, en tanto fueron las más importantes por lo que estaba en juego, y la consolidación de la igualdad de género.
  6. El avance en la participación de mujeres candidatas. En 2018 las candidaturas femeninas registradas fueron de 22% y de 47.9% en 2021. Asimismo, de las 15 gobernaturas, seis fueron ganadas por mujeres, más la actual Jefa de Gobierno de la CDMX, lo que significa que el 21.8% del territorio nacional será gobernado por mujeres,
  7. ¿Un movimiento que tiene como principal móvil el alto a la violencia de género, en un ambiente violento, puede no ser violento? Probablemente la respuesta racional debería ser sí. Sin embargo, cuando lo que está en juego es la vida misma y la dignidad de las mujeres, ante la ineficacia y falta de resultados, cuando el diálogo ya no basta y ha sido rebasado, tal vez se justifique; más aún cuando ha sido la única vía por la que se obtienen resultados.

Documento completo: https://bit.ly/3yiYqOS

martes, 10 de agosto de 2021

En México más de dos millones de niños, niñas y adolescentes realizan trabajos no permitidos y peligrosos

 

 

·       Frente a pandemia incremento de pobreza y trabajo infantil

·       Más niños se emplean para ayudar a economía familiar

·       En trabajo doméstico,1.5 millones en malas condiciones

·       Presentan varias entidades tasa de ocupación no permitida

 

En nuestro país más de dos millones de niños, niñas y adolescentes realizan actividades no permitidas y peligrosas. Frente a la pandemia del Covid-19, se estima que la pobreza podría incrementarse hasta 14 por ciento, por lo que es importante resaltar el señalamiento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que estima que cuando la pobreza aumenta uno por ciento, el trabajo infantil lo hace al menos en 0.7 por ciento; ya que éste crecería en 10% hace más vulnerables a los menores al emplearse para contribuir en la economía familiar.

El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública presenta en su edición En Contexto, Trabajo infantil, el propósito de esta investigación es examinar este problema, el cual se ha generalizado en el mundo y del que no escapa nuestro país, por lo que el estudio conceptualiza el tema, aborda las causas y consecuencias, asimismo da a conocer datos importantes al respecto y en el caso de México aporta cifras relevantes del fenómeno por cada entidad.

Del total de niños que realizan quehaceres domésticos, 1.5 millones los hacen en condiciones no adecuadas; de ellos 36 por ciento realiza quehaceres domésticos en horarios prolongados y 64 por ciento en condiciones peligrosas.

La investigadora Karen Nallely Tenorio Colón en la edición de En Contexto asegura que existen diferencias entre las formas de trabajo realizadas por los niños, debido a que no todas las tareas que desempeñan deben ser clasificadas como trabajo infantil y agrega que las actividades consideradas positivas son las que no ponen en riesgo la salud de los menores y su desarrollo personal, así como las que no interfieren en su escolarización como el prestar ayuda a sus padres en las labores del hogar o que colaboren en un negocio familiar.

El trabajo infantil se define como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, el cual resulta perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Entre las peores formas de trabajo infantil están la esclavitud, el reclutamiento forzado, la prostitución, la trata, la obligación de realizar actividades ilegales o la exposición a cualquier tipo de peligros. 

Algunas de las causas del trabajo infantil son la pobreza en las familias, el que niños estén solos, la falta de acceso a educación, así como también el tráfico de menores, lo que propicia que muchos de ellos sean explotados en fábricas, sean forzados a trabajar en la agricultura, en las calles o en la minería con los riesgos que ello conlleva.

El trabajo infantil genera graves consecuencias que repercuten en el desarrollo físico y emocional de los niños que lo sufren. Entre las consecuencias físicas están las enfermedades y dolencias crónicas, desnutrición, cortes y quemaduras por el manejo de herramientas y maquinaria inadecuadas para su edad.

La Encuesta Nacional del Trabajo Infantil (ENTI) elaborada por el Inegi resalta que de octubre a diciembre de 2019 hubo un total de 132.8 mil menores en ocupación permitida y 2.0 millones en ocupación no permitida. Entre los niños en ocupación no permitida, 44% se encuentra debajo de la edad mínima y 56% en ocupaciones peligrosas.

La tasa de ocupación no permitida se refiere al porcentaje de la población de 5 a 17 años que lleva a cabo actividades económicas que no están permitidas por la ley y ponen en riesgo la salud, afectan el desarrollo físico y mental. No obstante, de acuerdo con la ENTI, la tasa de ocupación no permitida a nivel nacional ha presentado un decremento desde 2007, de 12 a 7 por ciento en 2019.

Por entidad federativa, en 2019 los estados con la mayor tasa de ocupación no permitida fueron Oaxaca (14.9%), Puebla (12.6%), Chiapas (11.9%) y Michoacán (11.5%). En tanto que, las entidades con la menor tasa de ocupación no permitida fueron: Coahuila (3.9%), Nuevo León (3.5%), Baja California (3.4%), Ciudad de México (3.1%) y Baja California Sur (3.1%).

Documento completo: https://bit.ly/3AbkCLb

 

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miércoles, 4 de agosto de 2021

Elecciones canalizan conflictos de modo seguro hacia escenarios constitucionales

 


 

·       Manifestaciones dejan de ser forma de influir en asuntos públicos

·       Proceso electoral federal 2020-2021 ejemplo de esa nueva etapa

·       Estudios permiten analizar fenómenos electorales, variables-resultados

·       Participación ciudadana busca supervisar uso y administración de recursos

 

En la actualidad las elecciones tienen un papel clave en la escala de la ideología, debido a que canalizan los conflictos de forma segura hacia los escenarios constitucionales, por lo que las manifestaciones dejaron de ser la manera más importante de la ciudadanía de influir en los asuntos públicos.

El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública presenta la Carpeta informativa número 177 Elecciones y votantes 2021 con el propósito de analizar algunos aspectos relevantes del Proceso Electoral 2020-2021 por medio de la participación ciudadana, así como resaltar la importancia de los estudios electorales en la geografía política.

El proceso electoral federal del pasado 6 de junio del año en curso en nuestro país, el cual permitió elegir a los integrantes de la Cámara de Diputados, 300 por el principio de mayoría y 200 por vía plurinominal, además de la elección de 15 gubernaturas y alrededor de 20 mil cargos entre diputaciones locales, sindicaturas, regidurías y concejalías, representa un claro ejemplo de que existen otros modos de participación ciudadana, no sólo por medio de las manifestaciones.

La participación de la población en las elecciones es importante porque los ciudadanos pueden controlar de alguna manera el poder, uso y administración de los recursos que ejercen los representantes políticos y funcionarios públicos.

Durante 1994 y 2000 se impulsaron algunos cambios radicales en la hechura de las políticas públicas entre ellas la reforma electoral de 1996, que posibilitó la realización de comicios altamente competitivos a nivel federal, lo cual derivó en un registro alto de participación, ya que el Instituto Federal Electoral (IFE) ahora Instituto Nacional Electoral (INE) admitió la gestión autónoma y los consejeros ciudadanos.

A su vez, la relevancia de los estudios electorales es importante mencionar debido a que se insertan en una rama de la geografía política que permite analizar desde distintas perspectivas los fenómenos electorales como: el cambio en los resultados electorales entre un lugar y otro; las diferencias entre una escala geo-electoral respecto a otra, la relación entre distintas variables económicas y sociales con la inclinación política o simplemente algunos patrones de comportamiento.

En los estudios electorales se consideran como factores espaciales todos los elementos que pudieran incidir, en mayor o menor grado en la orientación y decisión del voto de los ciudadanos. Además, estos análisis permiten examinar las relaciones entre el espacio, política y conducta de la sociedad. En el espacio se pueden identificar variaciones entre un lugar y otro a la hora de estudiar las votaciones y la aprobación o rechazo hacia un partido político e incluso el fenómeno del abstencionismo ciudadano.

Resultados electorales

Los resultados del proceso electoral federal 2020-2021 celebrado en todo el territorio mexicano el pasado 6 de junio revelan que hubo una participación ciudadana del 52.67 por ciento, obtenida a partir del número de personas registradas en la Lista Nominal de las Actas Computadas.

Como parte del resumen de resultados de la votación se tiene un total de 48,874.040 votos que representan el 100 por ciento. De ellos, poco más de 47 mil resultaron votos acumulados (96.51%); en total 41,597 corresponden a candidaturas no registradas (0.08%).

Se tuvo un total de 1,662,323 clasificados como votos nulos (3.4%). El número total de actas computadas, según el tipo de ubicación de casillas fue de 109,338 ubicadas en casillas urbanas y 54,328 en casillas rurales, debido a que la mayoría de la población vive en zonas predominantemente urbanas.

Es necesario destacar que hoy en día la LXV Legislatura en la Cámara de Diputados no está totalmente conformada debido a que el proceso de asignación plurinominal no ha concluido oficialmente.

Documento completo: https://bit.ly/3C89Ozt

 

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