- Naciones desarrolladas utilizan derechos humanos para mantener vigente su poderío
- Política estadounidense justifica tortura para sospechosos de terrorismo
Los
derechos humanos se han concebido tradicionalmente para la defensa efectiva y
legítima de las personas, así como el mejoramiento de su calidad de vida, el
concepto se basa generalmente en principios humanistas y en la igualdad. No
obstante, ha sido utilizado por países desarrollados para mantener vigente su
dominio económico, político y control social.
El
Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública presenta En Contexto: Derechos Humanos y Desarrollo, con el propósito de analizar algunos procesos
históricos con relación a los derechos humanos y el doble discurso que se
da en torno a esta condición inherente
al ser humano.
Los
avances que se registran en el reconocimiento de los derechos humanos han presentado
limitantes, porque precisamente en diversas ocasiones esos derechos sólo han
sido válidos y aceptados para quienes se reconocen como iguales y por tanto,
ciudadanos. Mientras que otras personas: mujeres, niños y migrantes no han sido
tratados como lo que son, ciudadanos, y en diferentes momentos de la historia
han carecido de sus derechos.
Las
resoluciones que emite la ONU, a través de su Consejo de Seguridad, y su
intervención cuando supuestamente son amenazados los derechos humanos o la paz mundial,
en la práctica sólo se decide la intervención militar en los Estados cuando se
atenta contra los intereses de países que son miembros permanentes del
organismo internacional, destaca David Malone en su obra Los derechos humanos y el Consejo de Seguridad después de la Guerra
Fría.
De
acuerdo con el texto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de
1948, en el artículo 29, se determina
además la posibilidad de intervenir en los Estados e incluso hasta limitar los
derechos humanos si se detecta alguna situación de emergencia que pudiera dañar
la paz, cuyos asuntos son votados en el Consejo de Seguridad, el cual tiene
entre sus miembros permanentes a Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China y
Rusia.
Con
ello se demuestra que los países desarrollados poseen instrumentos para imponer
su poder político y económico hacia otras naciones e inclusive hacer extensivas
formas de desarrollo y hasta estilos de vida.
En
el artículo 29 de la Declaración Universal se estipula como limitaciones a los derechos
las que se establecen por la ley, con el único fin de asegurar el
reconocimiento y respeto de los derechos y libertades de los demás y de
satisfacer las justas exigencias de la moral y del orden público.
Sin
embargo, los derechos y libertades no podrán en ningún caso ser ejercidos en
oposición a los fines y principios de las Naciones Unidas, de acuerdo con el
texto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Por
ello, a pesar de los esfuerzos a nivel internacional por el ejercicio efectivo
de los derechos humanos, se muestran elementos de retroceso a partir de las
políticas implementadas por Estados Unidos que defiende ante todo su seguridad.
La
política de ese país justifica incluso la tortura para los sospechosos de
terrorismo con o sin autorización de la ONU y las intervenciones militares que
ha llevado a cabo Estados Unidos desprestigian a ese organismo por omisión,
porque da la apariencia de que se defiende el derecho a intervenir y se
defiende el “humanismo militar”.
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