- Urgente poner límites morales al mercado: Gutiérrez Alcalá
- Son innecesarios 75 por ciento de productos que se venden, afirma
- Resignificar vida cotidiana en medio de incertidumbre: Dieterlen
Nuestras
sociedades están condicionadas a ejercer un consumismo irracional, los centros
comerciales brotan por todos lados, por lo que cuando una pandemia como la
actual obliga a la población a dejar de consumir y confinarse en casa, todas
las estructuras sociales comienzan a derrumbarse, asegura el escritor y
filósofo Roberto Gutiérrez Alcalá.
El
Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública presenta la Carpeta
informativa número 146 ¿Cómo resignificar el durante y el después de la
pandemia del Covid-19? El documento ofrece un análisis sobre las
consecuencias de la emergencia sanitaria derivada del coronavirus, el cual
persiste en el mundo, incluido en nuestro país y que obliga a la población a
reorientar la vida cotidiana para resistir y sobrevivir.
El
también investigador Roberto Gutiérrez Alcalá alerta que 75 por ciento de los productos que se venden no tienen utilidad,
por lo que más que ciudadanos somos consumidores y es algo que se debe modificar.
Considera
urgente poner límites morales al mercado, el cual se vincula con la destrucción
de la naturaleza y el hacinamiento en el que vivimos por la pandemia del
Covid-19.
A su
vez, la investigadora del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM,
Paulette Dieterlen Struck, propone resignificar la vida cotidiana frente a un
mundo de incertidumbres por la pandemia.
En
medio de la emergencia sanitaria prevalece la ineficiencia irracional que no
sólo se refiere a la salud por higiene, sino la que se deriva de la mala
alimentación relacionada con padecimientos crónicos como obesidad, diabetes e
hipertensión, entre otros, aclara.
Coinciden
ambos investigadores que una disciplina tan abstracta como la filosofía debe
ser aplicada justamente a los problemas reales, lo cual ayudaría, a ver el daño
que causa ser consumistas.
La
filosofía permitiría además mostrar que el hecho de permanecer encerrados en
casa no obedece a una actitud egoísta, sino de solidaridad con los demás,
cuidarse a sí mismos y a los otros, con el propósito de que juntos se pueda
vencer la pandemia, destacan.
Entonces
una medida ante el coronavirus sería volvernos ciudadanos más eficientes en la
atención a otros en la mirada hacia sí mismos y en la templanza con los
consumos, ello puede ser un desafío difícil, pero también una oportunidad moral
de mejora.
Documento completo: https://bit.ly/2NfBN7Z
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