- Cobertura de servicios sólo a la mitad de población
- En 2016 gasto en salud alcanzó 10 por
ciento del PIB
- Periodo de emergencia sanitaria genera
fuertes presiones
Los sistemas de salud han avanzado en diversas naciones en el mundo, pero fueron puestos a prueba con la aparición del Covid- 19. Las desigualdades económicas y sociales extremas entre países y en la sociedad obstaculizan la sostenibilidad de la protección social, al grado que se han recortado coberturas y beneficios alcanzados.
El Centro de Estudios Sociales
y de Opinión Pública a través de la Carpeta informativa número 153. Panorama
mundial de la seguridad social y los modelos de Estado de bienestar, ofrece
información e indicadores importantes sobre la protección social en países de
Europa que más han avanzado en el bienestar general de la población. No
obstante, en el caso de los servicios de salud, la cobertura sólo alcanza a la
mitad de la población mundial.
Es necesario destacar que en
los países europeos existen diferentes modelos de seguridad social que operan
bajo el régimen político de Estado de bienestar, los cuales varían por el grado
de protección alcanzado, tipo de reparto y calidad en la provisión de los
servicios, así como las formas usadas para la financiación a través del gasto
en programas sociales.
Los países de Dinamarca,
Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia destacan por su protección social más
elevada. En ellos, las prestaciones se financian a través de las cotizaciones y
el Estado es el principal proveedor de servicios con altos estándares de
calidad.
En Alemania, Austria, Francia,
Bélgica, Holanda y Luxemburgo, las empresas y trabajadores cotizan de manera
obligada para crear un sistema de previsión y atención a las necesidades
sociales. En Reino Unido e Irlanda la protección social cubre las necesidades
básicas y delega en los individuos la responsabilidad y voluntad de la
cobertura total. En España, Grecia, Italia y Portugal se descarga en las
familias la cobertura de ciertas necesidades.
A pesar de que la seguridad
social se conceptualiza como un derecho humano para prevenir pobreza y
vulnerabilidad en todo el ciclo de vida de las personas y que debe cubrir
diversas aspectos como la protección a la salud, este sin duda ha registrado
avances, pero la cobertura es insuficiente con la aparición de la pandemia del
Covid-19.
Son innegables los logros en
el aumento de la esperanza de vida al nacer, que es en promedio a los 63 años
en buenas condiciones de salud, pero en los distintos ámbitos como prevención,
servicios de atención médica, capacidad hospitalaria y disponibilidad de
personal médico especializado, los avances en numerosos países son
insuficientes, por lo que la experiencia mundial reciente demuestra que en
periodos de emergencia sanitaria, ante las fuertes presiones al rubro, es
impostergable su fortalecimiento.
Además, en la escala mundial
aparecen segmentos crecientes de población en riesgo por enfermedades cardiovasculares,
respiratorias, cáncer, diabetes y otras transmisibles de origen bacteriano y
viral que han generado la muerte prematura, a pesar de que para algunos
padecimientos referidos ya existen vacunas curativas o tratamientos médicos.
La Carpeta informativa número
153 señala que en 2016 el gasto mundial en salud alcanzó 10 por ciento del
Producto Interno Bruto mundial, unos 7.5 billones de dólares, de los cuales el
75 por ciento fue ejercido por el sector público. Por otra parte, el gasto
mundial per cápita fue de mil dólares.
Documento
completo: https://bit.ly/3huMFvr
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