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INAI presupuesto de 905 mdp para este año
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Órganos autónomos con patrimonio propio
· Ackerman
distingue dos enfoques teóricos
Cuatro
organismos autónomos representan un gasto de 4 mil 694 millones de pesos en el
Presupuesto de Egresos de la Federación de este año, lo que significa 3.2 por
ciento del total de los egresos correspondientes a ramos autónomos. Tan sólo el
Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de
Datos Personales (INAI) tiene un presupuesto para este 2021 de 905 millones 335
mil 647 pesos.
El
Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública presenta En contexto,
el tema: Los organismos autónomos del Estado mexicano. El caso del Instituto
Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos
Personales (INAI), con el propósito de examinar el papel de los organismos
autónomos en particular del INAI y los antecedentes que motivaron su origen,
así como el costo para su mantenimiento.
El gasto
programable del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio
Fiscal 2021 establece recursos por 598 millones 670 mil 29 pesos para la
Comisión Federal de Competencia Económica; a la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos se le asignó este año 1,679 millones 905 mil 810 pesos y al
Instituto Federal de Telecomunicaciones 1,510 millones de pesos, los cuales
junto con los recursos para el INAI representan un gasto de 4 mil 694 millones
de pesos.
Por
otra parte, es importante destacar las características de los órganos autónomos,
entre las cuales se encuentran las siguientes: Tienen autonomía orgánica, con
régimen jurídico propio y personalidad jurídica, así como patrimonio propio y
en cuanto al tipo de relación con los poderes tradicionales es de coordinación.
Con
relación a su control y vigilancia tienen su Contraloría o equivalente sin
depender de otro Poder u órgano y pueden ser auditados por la Auditoría
Superior de la Federación y también poseen la facultad de promover
controversias constitucionales.
El
investigador Salvador Moreno Pérez puntualiza en su estudio de En contexto
que desde 1990 la estructura del Estado mexicano comenzó con la creación de
órganos autónomos con rango constitucional como: El Banco de México; el
Instituto Federal Electoral (IFE), ahora Instituto Nacional Electoral (INE), la
Comisión de Derechos Humanos (CNDH), El Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Instituto Nacional de
Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI),
entre otros.
Refiere que los órganos constitucionales
autónomos se remontan a Europa en el siglo XIX, su autonomía se logra a inicios
del siglo XX y una de las características del Estado moderno es la
proliferación de estos organismos.
Entre los
investigadores dedicados al estudio de dichos órganos, está John A. Ackerman, quien
distingue dos enfoques teóricos para su análisis: uno de ellos es el que llama
“maximalista”, el cual tiene su base en el esquema desarrollado por Manuel
García Pelayo, quien estableció que los órganos deben cumplir a cabalidad con
cuatro características: rango constitucional, participación en la dirección
política del Estado, presencia constitutiva y relaciones de coordinación con
otros poderes.
El
otro enfoque lo denomina “negativo” o “minimalista”. De acuerdo con ello, casi
cualquier organismo explícitamente citado en la Constitución que no forma parte
de uno de los tres poderes tradicionales del Estado sería en automático un órgano
autónomo.
Ackerman
considera que existen limitaciones de ambos enfoques y propone uno alternativo
que tiene como base reformar el artículo 49 de la Constitución, a fin de
ampliar los poderes y funciones del Estado mexicano, debido a que los órganos
autónomos violan el artículo 49 constitucional que textualmente dice: “El
Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo,
Ejecutivo y Judicial”, por lo que no hay cabida para otros organismos.
Documento Completo: https://bit.ly/2NP7yZr
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